Laban en un enorme y valioso intento de síntesis de sus estudios e investigaciones escribe, ” La fuente de donde debe extraerse la perfección, y en última instancia, el dominio magistral del movimiento, es la comprensión de esa parte correspondiente a la vida interior del hombre, donde se origina el movimiento y la acción” y más adelante agrega, "Tal comprensión llega ampliar el flujo espontáneo de movimientos,y garantiza una efectiva vivacidad de los mismos.
"El impulso interior (la motivación, el sentido de moverse) debe asimilarse a la adquisición de la destreza externa en la ejecución de ese movimiento"
En relación a la educación del movimiento, Laban insiste que se debe entender como " un esfuerzo humanitario" sólo así es posible de educar el movimiento, este concepto humanitario es de fundamental importancia para el actor y bailarín, pero más fundamental se hace en el desarrollo interno de cada sujeto.
En relación con las artes de la representación, tales como danza, teatro, performance, nos dice que el ser humano "expresa en el escenario su actitud interna de intención por medio de configuraciones de esfuerzo, cuidadosamente elegidas y así representa un ritual corporal en la presentación de conflictos que se originan a partir de las diferencias de esas actividades internas.
Entonces Laban entiende al movimiento como pensamientos "que pueden considerarse como el juntar impresiones de sucesos en la mente, para lo cual no existe nomenclatura. Esta clase de pensamientos no puede servir de orientación en el mundo externo, como hace el pensamiento en palabras, si no más bien tiende a perfeccionarse la orientación interna del ser humano, en donde surgen continuamente impulsos que tratan de buscar una salida por medio de acciones, representaciones actorales y de la danza".
lunes, 6 de agosto de 2007
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